Las elecciones provinciales del pasado domingo dejaron varias postales curiosas, pero ninguna tan llamativa como la que se registró en Colonia San José, una pequeña localidad ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Allí, el único candidato a presidente comunal, Pedro Luis Peretti, del frente Unidos, no recibió ni un solo voto en el escrutinio provisorio.
Peretti se postulaba como único aspirante al cargo, por lo que su elección era apenas una formalidad institucional. Sin embargo, de los 24 vecinos que asistieron a votar, 15 lo hicieron en blanco y 9 anularon su sufragio. Así, la lista oficialista quedó sin votos registrados, ni siquiera el del propio candidato.
Desde la Secretaría Electoral provincial aclararon que habría un error en la carga de datos, ya que hay una diferencia de 90 votos que deberá ser verificada en el escrutinio definitivo, que comenzará este martes. Aun así, el caso generó sorpresa y bromas en redes sociales, donde muchos se preguntaron si el propio Peretti fue a votar.
Una situación similar, aunque menos extrema, se dio en San José de la Esquina, localidad que este año se convirtió oficialmente en ciudad. Allí, el actual jefe comunal, Ezequiel Raimundo Ruani, se consagró como primer intendente electo, aunque el resultado también dejó lecturas curiosas.
Ruani, del frente Unidos, no tuvo competidores en las elecciones generales, tras ganar una interna en las PASO. Sin embargo, aunque obtuvo 1.578 votos, el voto en blanco alcanzó los 1.458, y se registraron además 152 votos anulados, lo que suma un total de 1.610 votos que no lo eligieron, superando así su caudal de sufragios.
Estos casos evidencian el creciente uso del voto en blanco o nulo como forma de expresión política por parte del electorado, incluso en contextos donde hay listas únicas. Un fenómeno que alimenta el debate sobre el nivel de representación y el desinterés ciudadano en algunos distritos.